Conservar los espárragos es a veces un dilema para que los compremos.
Es por eso que, cuando vamos al mercado y vemos unos deliciosos espárragos que no podemos dejar de comprar y llegamos a casa, nos damos cuenta que no lo vamos a consumir inmediatamente y pensamos cómo los podemos conservar:
Ahora, ¿cómo los puedo conservar para que duren más?
Para conservar este alimento podemos hacerlo de varias formas según queramos que sean consumidos en la misma semana, en un par de semanas o poder disfrutar de ellos durante otras épocas del año.
En este post te explicamos las diferentes maneras de poder hacerlo…
En la nevera:
1- Por lo general, los espárragos los compramos en manojos atados con una banda elástica. Esta banda hace más cómodo su manejo y que podamos guardarlos de forma vertical para preservar así su frescura.
Podemos dejársela si vamos a consumirlos en breve o retirarla si vamos a tardar en ello.
2- Si creemos necesario, podemos cortarles las puntas, más o menos un centímetro, si es que notamos que tienen un tono oscuro o están en mal estado.
3- Si vamos a consumirlos en pocos días podemos llenar un bote con unos 2,5 cm de agua de forma que cubra las puntas de los espárragos que estarán previamente envueltas en un paño húmedo o humedecer un papel absorbente y colocarlo alrededor de las puntas. Así evitaremos que se pierda la humedad del producto.
Tras esto, colocamos por encima de los espárragos una bolsa de conservación de alimentos con una banda elástica procurando que las puntas no toquen el plástico. Con ello evitamos que se sequen y pierdan humedad.
4- Los espárragos deben guardarse en la nevera de forma vertical en el recipiente que hayamos elegido, lo cuál permite que el espárrago absorba el agua y se mantengan los tallos frescos y firmes.
5- Revisa el agua cada cierto tiempo y cámbiala cuando no esté clara. De esta manera los espárragos se conservarán perfectos durante más o menos una semana.
Congelados:
También podemos conservar los espárragos congelados. Para ello debes asegurarte que son espárragos de temporada y que sean algo más gruesos, ya que los más delgados resisten peor la congelación.
1- Corta igualmente la punta de los tallos si los ves algo más duros o de color más oscuro.
2- Pon a hervir agua y mételos troceados durante un minuto escaso antes de que dejen de estar crujientes.
3- Tras hervirlos, los sacamos y los ponemos en un bol de agua con hielo. Así evitaremos que se cocinen.
Déjalos en el bol el mismo tiempo que en el agua hirviendo. Después colócalos en un colador y deja que escurran.
4- Pon los trozos en un recipiente para congelación y ciérralos herméticamente. Los espárragos congelados pueden aguantar hasta un año si las condiciones de temperatura son adecuadas.
Con estos consejos podrás disfrutar de este manjar durante más tiempo.